La infidelidad es aquello que se produce cuando un individuo no respeta la fidelidad que le debe a alguien o algo. Una persona fiel es quien se comporta con lealtad, mantiene un compromiso asumido o desarrolla algo con precisión. El individuo infiel, por lo tanto, hace exactamente lo contrario.
En una infidelidad mentimos de manera consciente considerando que nuestro comportamiento no es el correcto.
Ya sea por tener deseos por otras personas, la monotonía, falta de chispa en la propia relación, búsqueda de nuevas sensaciones u otros motivos donde las personas deciden ser infieles sin expresar esta necesidad a su pareja.
CAUSAS DE LA INFIDELIDAD
Celos frecuentes:
Los infieles sienten que han cometido un error y que su actuación no ha sido la correcta. ¡Mienten a su pareja! Esto les debe de producir una especie de miedo a que su pareja haga lo mismo, o tan solo manifiesta el malestar que le provoca dándole la vuelta a la tortilla.
Emociones inestables:
Las emociones empiezan a ser inestables, muy extremistas. El infiel se vuelve agresivo con facilidad, controlador, echa en cara a su pareja cosas que no existen.
Necesidad de dependencia.
El infiel de repente depende de que su pareja le diga lo mucho que lo necesita, lo mucho que lo ama. Esto cursa con grandes dificultades para la autonomía, lo que provoca la extrañeza de su pareja que puede empezar a agobiarse y a desconfiar.
Aferro y búsqueda de pareja:
Si la relación de pareja se rompe por una infidelidad, el infiel buscará fervientemente otra pareja. Existen personas que por tendencia necesitan tener una pareja para poder serle infiel.
OTRAS CAUSA:
Para escapar de los problemas.
Por aburrimiento.
Para evitar el divorcio.
Para sostener la actual pareja
Porque nos sentimos desatendidos.
Por la crisis de la mediana edad.
Por venganza: “si él lo hizo, yo lo hago”.
Por adicción sexual.