Es un método tan eficaz como la pastilla, pero tiene algunas ventajas sobre ésta que probablemente no conocías.

– No importa donde se coloque: Puede pegarse en cualquier parte del cuerpo y su eficacia no variará Tampoco tiene importancia si se cambia el lugar de colocación con el próximo parche. Lo único que hay que evitar es pegarlo en los pechos, que son demasiado delicados para someterlos a hormonas directas.

– El momento del día cuando se coloque es irrelevante: El parche hay que cambiarlo una vez por semana, pero no hay que preocuparse por la hora de colocación.

– Libera más hormonas que la pastilla: Se suele decir que el parche “tiene menos hormonas”, pero en realidad tiene un 60% más de estrógenos que la píldora. Esto se debe a que estas hormonas deben atravesar la piel para llegar al torrente sanguíneo y algunas se quedan por el camino.

– Es muy eficaz y fácil de utilizar: A la hora de elegir nuestro anticonceptivo debemos tener en cuenta su facilidad de uso y la eficacia del producto. El parche tiene una eficacia del 99,7% usada perfectamente y se reduce a 91% si hay errores en su utilización.

– Es resistente al agua: El parche se adhiere con fuerza a la piel y no perderá eficacia si se moja.

– No está indicado
para mujeres con sobrepeso: Las mujeres que pesan más de 90 kg no deberían utilizar el parche. El motivo es que a partir de ese peso no se puede asegurar que la cantidad necesaria de hormonas llegue al torrente sanguíneo y podría haber riesgo de embarazo.

– Su eficacia no disminuye por vómitos o diarrea: Las hormonas del parche no pasan por el tracto digestivo. Además la interacción con medicamentos también es mucho menor que con la pastilla.